La leyenda de la sidra. SIDRERÍA ASTARBE EXPO

La sidrería Astarbe tiene una historia singular. Al igual que la mayoría de los caseríos vascos, tiene su origen en el siglo XVI. Se creó junto al Camino Real y abasteció durante décadas a las empresas navales vascas. Pero, la singularidad de esta sidrería no reside en su fecha de creación. Lo que hace única a la Sidrería Astarbe, es que desde al menos 1563, la misma familia ha gestionado el caserío.

En esta larga trayectoria se han vivido infinidad de aventuras, desamores, huidas y luchas difíciles de vencer. Estudiando los archivos, encontramos a un ballenero-sidrero, Tomás de Tafalla de Mendiola, que, en 1596, cambio la kizkia por el arpón y marchó ha Terranova a la pesca de la ballena. Su misma hermana, luchó por unos manzanales contra el señor de Murguía (actualmente Astigarraga) y ante asombro de su vecina, venció. Unos siglos más tarde, encontramos a otra mujer, María Josefa de Larramendi, que siendo la única sidrera registrada del entorno, luchó por la liberalización y huyó, salvándose de una pena de cárcel.

Este concepto del tiempo ha hecho de la sidrería, un espacio que busca recuperar las tradiciones de antaño, involucrándose en infinidad de proyectos con este fin. En su 450 aniversario cambió su imagen, empezó a contar su historia y creó unas sidras espumosas especiales que llevaron a la sidra vasca a las altas esferas de la gastronomía vasca. En la producción de sidra, también encontramos gestos hacia la tradición. Manteniendo la tradición del pie franco, desde 2013 se trabaja para el cultivo de las variedades caseras (Astarbe y Mendiola) en este sistema tradicional de cultivo.

Dejando de lado los productos, la sidrería también ha participado en proyectos de recuperación de la memoria, historia y costumbres. Uno de los más recientes es la participación en la expedición “tras las huellas de los balleneros vascos en Terranova y Labrador” que llevó a esta familia a las costas de Terranova a rememorar los pasos que hizo su antepasado Tomás, tejiendo una vez más los puentes entre estas dos culturas al amparo de la sidra.

“Este verano, el 3 de agosto conmemoraremos en Mundaka el aniversario de un proyecto que hizo y sigue haciendo historia. Estaremos junto a Mundaka BC en su tienda sirviendo los pintxos más auténticos vascos y la sidra más tradicional. Txoootx!”

SagarArte, para los artesanos de la manzana

Y desde el 21 de septiembre, la galería de arte SagarArte, expondrá una serie ilustrativa en la tienda de Mundaka BC. La galería SagarArte, creada para los artesanos de la manzana y la sidra tiene su origen en la misma historia.

En las idas y venidas de los dos últimos siglos, las sidrerías eran el escaparate de las diferentes expresiones culturales del momento.  En estos espacios se juntaban Bertxolaris, txistularis y músicos del momento. Se hacían apuestas, se jugaba a la toca y se degustaba la sidra, por supuesto. Recuperando estas costumbres, SagarArte se convierte así en la única galería especializada en el arte de la manzana y la sidra, ayudando así a los jóvenes artistas locales, el fomento de la cultura vasca como fuente de inspiración y apoyando de una manera directa, a las corrientes artísticas minoritarias.

Sagarra-Manzana serie ilustrativa

Inspirado en la participación de la manzana en las distintas mitologías de mundo, Paul Lataburu, artista Donostiarra, ha desarrollado una serie ilustrativa de 13 pasos. Desde el origen de la civilización y la agricultura, la manzana ha estado siempre presente, fue una de las piezas clave para comenzar la más famosa de las Odiseas, también fue para mucho, el culpable del pecado original de la cristiandad. Lataburu nos narra todo esto fusionando el arte urbano con uno de los elementos clave de la cultura vasca, la manzana. Haciendo uno, por lo tanto, una fusión peculiar entre una corriente artística minoritaria pero global y, un elemento mundialmente conocido pero, con una historia particularmente nuestra.

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